El cáncer comienza en las células, normalmente, el cuerpo forma células nuevas para reemplazar a las células envejecidas que mueren.
Algunas veces, este proceso no resulta ser el esperado.
Crecen células nuevas que no son necesarias y las células envejecidas no mueren cuando deberían.
Estas células adicionales pueden formar una masa llamada tumor. Los tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos).
Los tumores benignos no son cáncer, mientras que los malignos sí lo son. Las células de los tumores malignos pueden invadir los tejidos cercanos. También pueden desprenderse y diseminarse a otras partes del cuerpo.
Uno de los tipo de cáncer más maligno y agresivo es el de mama.
-Coloque la mano derecha por detrás de la cabeza. Con los dedos del medio de la mano izquierda presione suavemente pero con firmeza haciendo movimientos pequeños para examinar toda la mama derecha.
-Luego, estando sentada o de pie, palpe la axila, ya que el tejido mamario se extiende hasta esta zona.
-Presione suavemente los pezones, verificando si hay secreción. Repita el proceso en la mama izquierda.
-Utilice uno de los patrones que se muestran en el diagrama para constatar que esté cubriendo todo el tejido mamario.
-Mire las mamas directamente y en el espejo. Busque cambios en la textura de la piel, como hoyuelos, arrugas, abolladuras o piel que luzca como cáscara de naranja.
-Igualmente observe la forma y el contorno de cada mama.
-Revise para ver si el pezón está hundido.
Afortunadamente, este tipo de cáncer puede detectarse mucho antes de que aparezca ningún síntoma.
¿Por qué es necesario diagnosticarlo a tiempo?
Las posibilidades de curación, si se detecta en su etapa inicial, son casi del 100%.
Los signos y los síntomas que se deben analizar con el médico se detallan a continuación.
Muchas veces la causa de estos síntomas puede ser otra afección médica diferente que no sea cáncer.
-Un bulto que se palpa como un nudo firme o un engrosamiento de la mama o debajo del brazo. Es importante palpar la misma zona de la otra mama para asegurarse de que el cambio no sea parte del tejido mamario sano de esa área.
-Cualquier cambio en el tamaño o la forma de la mama.
-Secreción del pezón que se produce de forma repentina, contiene sangre o se produce solo en una mama.
-Cambios físicos, como pezón invertido hacia dentro o una llaga en la zona del pezón.
-Irritación de la piel o cambios en esta, como rugosidades, hoyuelos, escamosidad o pliegues nuevos.
-Mamas tibias, enrojecidas e hinchadas, con o sin erupción cutánea con rugosidad que se asemeja a la piel de una naranja, llamada “piel de naranja”.
-Dolor en la mama; particularmente, dolor en la mama que no desaparece. El dolor generalmente no es un síntoma de cáncer de mama, pero debe comunicarse al médico.
¿Cómo prevenirlo?
La respuesta es muy sencilla; la autoexploración mamaria.
Es un chequeo que una mujer se realiza en casa para buscar cambios o problemas en el tejido mamario. Muchas mujeres sienten que hacer esto es importante para su salud.
El mejor momento para hacerse un autoexamen de las mamas es más o menos de 3 a 5 días después del comienzo del periodo. Las mamas no están tan sensibles o con protuberancias en ese tiempo en su ciclo menstrual.
Si usted ha llegado a la menopausia, realícese el examen el mismo día todos los meses.
Empiece por acostarse boca arriba. Es más fácil examinarse todo el tejido mamario si está acostada.
Luego, párese frente a un espejo con los brazos a los lados.
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