Los objetivos de las curas son :
- Favorecer el proceso de granulación y cicatrización.
- Prevenir la infección.
- Promover el bienestar del paciente.
- Valorar el proceso de curación.
Antes de realizar cualquier tipo de cura, se deben tener en cuenta una serie de consideraciones generales.
Para ello, se debe averiguar los siguientes datos:
- El estado de salud y tratamientos que está recibiendo el paciente.
Algunas enfermedades, como la diabetes, alteraciones en el equilibrio ácidobase o problemas neurovasculares, pueden retrasar la cicatrización y/o aumentar el riesgo de infección; también ocurre con ciertos tratamientos como los inmunodepresores, los corticoides, la quimioterapia...
- El estado de nutrición.
El déficit nutricional provoca un retraso en la cicatrización y disminuye la resistencia a las infecciones.
- El índice de masa corporal.
Las personas obsesas tienen mayor riesgo de sufrir infecciones y más probabilidad de dehiscencia de la herida, debido a la dificultad de cicatrización del tejido adiposo.
- Los hábitos tóxicos.
El tabaco disminuye la cantidad de hemoglobina funcional, por lo cual la herida está menos oxigenada.
- El tipo de herida, aspecto y exudado.
- La localización y el tamaño de la herida.
Para realizar una cura mucho más rápida y correcta, es conveniente tener el material preparado antes de la intervención.
Hay que tener en cuenta a la hora de elegir lo que necesitemos, que este tipo de técnicas son estériles.
Material:
- Gasa.
- Pinzas y material estériles.
- Antiséptico (clorhexidina).
- Agua y jabón neutro.
-Guantes estériles.
- Solución isotónica (suero salino).
- Apósito.
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